lunes, 27 de mayo de 2013

Salmorejo cordobés , berenjenas y viaje a Córdoba

Hace un tiempo que no publico nueva entrada, no porque no esté haciendo cosillas, es que no tengo tiempo de nada. Entre que he estado flojilla de salud, que me fui con la familia a Córdoba unos días, el día a día, vamos, que se me acumulan las tareas.





Pero bueno, hoy vengo a contaros, mi viaje a Córdoba. Tengo que decir que me he enamorado de esa tierra. No se por qué yo me hacía la idea de que todo iba a ser más seco, quizá sea porque en la televisión en verano no hablan más que de sequía en el sur, así que me imaginaba un paisaje parecido a  Los Monegros y nada más lejos de la realidad. He visto verde por todos lados. La de naranjos, olivos y demás he visto. Y el olor, madre mía, como olía a azahar, mmm, inolvidable.
A pesar de que había bastante gente en Córdoba, por que eran las Cruces de Mayo, pudimos disfrutar de un paseo increíble, la judería me encantó y que decir de la Mezquita.







Increíblemente hermoso.
Y que decir de la comida...mmm.
Nunca había comido salmorejo cordobés, la verdad que el tomate y yo no nos llevamos muy bien, me gusta untado en el pan y ponerle jamoncico (vamos, como si fuera tonta, jajaja) y no se porque me lo imaginaba del estilo del gazpacho, que no me gusta. Pero tengo que decir que está delicioso. Y lo sencillico que es de hacer, con productos que tenemos todos en la cocina.


INGREDIENTES:

-3 tomates
-medio ajo
-pan del día anterior
-un chorrito de vinagre
-sal
-aceite de oliva o de girasol
-un poco de jamón y huevo dura (opcional)

PREPARACIÓN:

-Los tomates deben estar bien maduros, cuanto más lo estén, mejor saldrá el salmorejo cordobés. Pelarlos y trocearlos un poco, no hace falta quitarles las pepitas, ya que al pasarlo por la batidora se deshace todo. Ponerlo en el vaso de la batidora.

-Pelar un diente de ajo, partirlo por la motad, quitarle el germen, para que no repita. Yo eché la mitad del diente de ajo, pero esto va en gustos, si te gusta mucho el ajo, échaselo entero.

-Añadirle sal a gusto, un chorrito de vinagre.

-Cortar en trozos el pan, yo compré una hogaza, que tienen bastante miga y fui añadiendo y batiendo, queda como un engrudo. Probarlo, por si falta sal, ajo...

-Y ahora poco a poco ir añadiendo el aceite, sin dejar de batir, vamos, como se hace una mahonesa. Yo lo hice con aceite de girasol, porque me dijeron que el de oliva al tener el sabor más fuerte dominaba demasiado, pero eso es en gustos. El colorcico debe quedar anaranjado y una textura adecuada para untar en el pan, pero que no sea demasiado espeso. Como la textura de una mahonesa, más o menos.




-Por último, se sirve donde vayamos a sacarlo a la mesa y se adorna con trocicos de jamón serrano y trozos de huevo duro. Y a comer con un buen trozo de pan. Mmmm.




Yo como hace tanto tiempo que no escribo, dos recetas en la misma entrada. Está es sencillísima también y me encantó. Son berenjenas con miel de caña. Otro descubrimiento. El contraste de sabores es increíble.




INGREDIENTES:

-Una berenjena
-Harina especial para freír pescado (la compré en Mercadona, tiene unos cuadraditos blancos y azules)
-Leche
-Gaseosa
-Sal
-Miel de caña (en Mercadona hay)

PREPARACIÓN:

-Pelar la berenjena, partirla por la mitad longitudinalmente y cada mitad partirla otra vez longitudinalmente. Y partir en bastoncillos.

-Poner en un recipiente los bastoncillos de berenjenas y cubrir con leche. Añadir sal. Y un buen chorrillo de gaseosa (también se puede sustituir por cerveza). Si flotarán mucho los bastoncillos, poner algo que haga peso, deben estar bien sumergidos. Dejarlos así un mínimo de 4 horas, si son para el día siguiente, mucho mejor, guardar en la nevera.

-Sacar los bastoncillos y dejarlos escurrir.

-Rebozar en la harina.

-Freír en abundante aceite caliente, Se hacen enseguida. Quedan crujientes por fuera y tiernicas por dentro.

-Poner en un plato con papel absorvente para eliminar el exceso de aceite.

-Servir en un plato, coger una cuchara sopera de miel de caña y dejar caer sobre las berenjenas.

-Y comer. A mi marido y a mí nos encantaron, como os digo es un contraste de sabores muy bueno.



Espero que os gusten. Estas dos recetas me las enseñaron mis amigos de Palma del Río (Córdoba), Mariano y Conchi, tienen el restaurante-cafetería Soho, allí en Palma y cocinan de maravilla, no os digo como estaba el rabo de toro o las carrilleras, puff, que ganicas de volver a probarlas, jejeje. 
En la próxima entrada, la receta del pastel cordobés, otra delicia que me encantó. Intentaré no tardar tanto entre entrada y entrada. Aún tengo pendiente una entrada de  los premios que me han otorgado, la tengo en el borrador, pero tengo que buscar los blogs a quien dárselos, que lleva su tiempo.

Os agradezco de corazón que sigáis aquí, una abrazo para cada uno.




2 comentarios:

  1. la berengena con miel me encanta, pero yo la preparo de otra forma, tomo nota de la tuya que tiene que estar buenisima.
    besoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando las estaba comiendo, me comentaron que en Malaga, por ejemplo, no la preparan en palitos, sino en rodajas y que no las ponen antes con leche y gaseosa, debe ser que en cada sitio las preparan de distinta manera. Yo no las había probado nunca así y me gustaron un montón, ese contraste me parece buenísimo. Un abrazo.

      Eliminar

Gracias por tus palabras, leo todos los comentarios con mucha ilusión.